El día de Córdoba: De Confucio al Luis de Góngora
El instituto de Secundaria ubicado en las Tendillas y el colegio de Primaria Colón ofrecen clases del idioma que más personas hablan en el mundo
Fotografía: Juan Ayala
Artículo: Lourdes Chaparro
“El chino es el idioma del futuro”. “Aprender este idioma es necesario para que te entiendan en sus tiendas”. “China va a dominar el mundo”. Éstas son sólo algunas de las afirmaciones que hacen los alumnos del instituto Luis de Góngora que a lo largo de este curso reciben clases de este idioma que ya hablan en el mundo más de 1.300 millones de personas. El programa empezó en este instituto en el curso 2011-2012 como actividad extraescolar y se impartía para cualquier alumno, desde Educación Primaria, Secundaria, Bachillerato y Adultos. La responsable del programa y del departamento de Inglés del Luis de Góngora es Salud Clavero, quien explica que el objetivo del mismo es “acercar la lengua y la cultura china al alumnado, realizando proyectos culturales y educativos y también diseñar acciones de promoción de la lengua, el arte y la cultura a través de la enseñanza de este idioma”. Con el paso de los años, aprender chino en el Luis de Góngora ha pasado de ser una actividad extraescolar a formar parte del curriculum educativo y en 2015, además, comenzó a impartirse en el colegio Colón.
Clavero alude al perfil del alumno que decide aprender este idioma y señala que, por ejemplo, en el caso del chino curricular se trata de estudiantes “que quieren conocer otro idioma además del inglés”. Un perfil que cambia cuando se trata de clases extraescolares, ya que en ellas se inscriben “desde niños que acaban de empezar Primaria, hasta adultos que quieren aprender el idioma porque tienen relaciones con dicho país”. La docente explica que en el chino curricular “tenemos unos 60 alumnos por curso”, mientras que el número de estudiantes en las clases extraescolares nunca baja del centenar. En toda Andalucía son más de 3.400 los alumnos que este año aprenden este idioma.
El programa cuenta en Córdoba con dos profesoras y una de ellas es Yijuan Bian, que ha elegido el nombre de Paula en español. Esta joven de 24 años es natural de la ciudad Jiangsu Huai’An -una ciudad cuya población supera los cuatro millones de habitantes-, es filóloga de español y este año, según cuenta a el Día, “conseguí el Certificate for Teachers of Chinese to Speakers of Other Languages”, es decir, el certificado de profesores de chino para impartir otras lenguas. En su caso, es el español, idioma que aprendió “cuando estaba en la escuela Secundaria”, añade. A su juicio, la española es una lengua “muy bonita y me gusta”. Antes de recalar en Córdoba -hace un par de años-, decidió ponerse a estudiar español y durante ese periodo asegura que encontró alguna que otra desventaja hasta lograr dominarla. La primera de ellas es “la pronunciación de la letra r en español, que en chino no existe”, asegura y reconoce que “practiqué casi tres meses para pronunciarla”. Como anécdota, Paula asegura que para ello se pasaba “todo el día pronunciando tra, tra, tra para practicar”. La segunda dificultad, continua, “son las conjugaciones de verbos”.
“Me atrae la cultura de España y quería conocerla de cerca. Además, como me gustan los idiomas, también quiero ayudar a los demás a aprenderlo”, sostiene. Y por eso, se convirtió en profesora de chino en España y llegó a Córdoba gracias al convenio suscrito entre la Consejería de Educación y la Oficina General del Instituto Confucio-Hanban (Oficina Nacional de Promoción Internacional de la Lengua China), similar al Instituto Cervantes de España, según explica Salud Clavero. Este instituto, señala, “quiere promocionar el chino en España y eligieron ocho centros, de los que uno de ellos es el Góngora, porque es un instituto ejemplar”.
Paula da clases por la mañana en el instituto Góngora y también en el colegio Colón, mientras que por la tarde atiende a alumnos de Educación Adultos. La profesora sostiene que sus estudiantes “generalmente se comportan bien”, si bien, matiza que “cada tipo de alumno tiene su carácter”. Por ello, asegura, que “utiliza diferentes libros con diferentes formas y actividades”. Por ejemplo, a los niños de Primaria “les gusta hablar y hacer actividades y no les da vergüenza hablar o hacer mini-teatro en chino”. A los adultos, por su parte, “muchas veces les da vergüenza hablar, pero tienen más facultad para entender”, detalla y añade que, por ello, utiliza libros específicos y hace actividades sobre cultura china, como clases de pintura, escritura y cine. La joven asegura también en dos o tres años le gustaría seguir con su trabajo como profesora en Córdoba, mientras que más a largo plazo “quiero hacer algo sobre la comunicación cultural, utilizando mis habilidades de idiomas, mis experiencias en diferentes países, ayudando a las personas a conocer diferentes culturas”.